¿Qué es el Mindfulness o Atención Plena?
MINDFULNESS (ATENCIÓN PLENA): FUENTE DE SALUD Y BIENESTAR
Los seres humanos sufrimos. La mayoría de nosotros lo hacemos experimentando estrés, dolor físico, dolor emocional, miedo, ansiedad, tristeza, desasosiego, malestar, inquietud, preocupación e insatisfacción vital. Además, actuamos reactivamente, con violencia y agresividad; hacia el mundo, hacia los demás, pero sobre todo, hacia nosotros mismos. Nuestra salud física y psicológica se encuentra constantemente amenazada por un estilo de vida inadecuado y desequilibrado. No sabemos realmente quiénes somos, ni cómo funcionamos como seres humanos. Vivimos desconectados de nosotros mismos. Ignoramos cuáles son las verdaderas causas de nuestro sufrimiento. En muchas ocasiones actuamos erráticamente produciéndonos estrés, dolor y desdicha. Todo esto se debe, principalmente, al hecho de vivir de forma “inconsciente”, de vivir sin una “atención plena” o “conciencia plena”.
Estamos siendo testigos del surgimiento, cada vez mayor, de un creciente interés por parte de la ciencia, principalmente de las ciencias de la salud, sobre todo de la medicina y la psicología, de abordar el estudio de la conciencia y la meditación a través de una metodología científica. Actualmente, mindfulness representa la confluencia entre la sabiduría milenaria de la psicología oriental, principalmente la psicología budista, con la psicología occidental.
Mindfulness es una palabra inglesa que generalmente se traduce al español como “atención plena” o “conciencia plena”. Mindfulness ha sido descrito como una clase de conciencia centrada en el presente, no elaborativa ni condenatoria, en la cual cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal y como es. Kabat-Zinn señala que mindfulness consiste en el proceso de observar expresamente cuerpo y mente, de permitir que nuestras experiencias se vayan desplegando momento a momento y de aceptarlas como son. No implica rechazar las ideas ni intentar fijarlas ni suprimirlas ni controlar nada en absoluto que no sea el enfoque y la dirección de la atención. La atención plena no implica intentar ir a ningún sitio ni sentir algo especial, sino que entraña el que nos permitamos a nosotros mismos estar donde ya estamos familiarizados más con nuestras propias experiencias presentes un momento tras otro.
Mindfulness es, intrínsecamente, un estado de conciencia que implica prestar atención a la experiencia del momento presente. Este estado se cultiva y se desarrolla mediante la práctica de la observación y la meditación, que representa un método por el cual nos volvemos menos reactivos a lo que nos ocurre en el momento actual. Mindfulness constituye una manera de relacionarnos con la totalidad de la experiencia (ya sea positiva, negativa o neutra) y nos aporta un medio con el que poder reducir nuestro nivel general de estrés, preocupación y sufrimiento y aumentar el nivel de bienestar y satisfacción vital.
Actualmente mindfulness representa una verdadera revolución en el ámbito científico. El número de publicaciones generadas durante los últimos 20 años no ha hecho nada más que incrementar de forma exponencial. A día de hoy, son ya millares las publicaciones de estudios científicos que avalan la eficacia del mindfulness. Estas investigaciones muestran la eficacia y utilidad del mindfulness en múltiples enfermedades médicas (cáncer, psoriasis, fibromialgia, hipertensión, asma, infarto de miocardio, SIDA, etc.), en diferentes trastornos psicológicos (ansiedad, depresión, trastornos de la personalidad, psicosis, trastorno obsesivo compulsivo, TDAH, etc.), para la reducción del estrés crónico (laboral, familiar, docente), para la mejora de la calidad de vida, el incremento del bienestar general y de la satisfacción vital.
Cabe destacar que mindfulness también se está empleando exitosamente en el ámbito educativo, con los profesores (reduciendo el estrés docente, las bajas por enfermedad médica, la depresión, el burnout, etc.) y con los alumnos (aumentando el rendimiento académico, mejorando el autoconcepto y las relaciones interpersonales, reduciendo la agresividad y la violencia, etc.). Por otro lado, mindfulness también se está utilizando en otros ámbitos muy diversos con resultados satisfactorios, entre los que destacan el contexto familiar, deportivo, empresarial, penitenciario y hospitalario. Por todo ello, mindfulness ha acaparado la atención de la psicología y otras disciplinas científicas, como las neurociencias, la psiconeuroinmunología y la biología, las cuales están abordando a través de diferentes tipos de investigaciones, las múltiples aplicaciones y efectos del mindfulness desde un punto de vista riguroso y científico.
Algunas definiciones de Mindfulness son las siguientes:
- Prestar atención al momento presente, sin juzgar (Kabat-Zinn).
- Es la consciencia que emerge a través de poner atención intencional, en el momento presente, de manera no condenatoria, del flujo de la experiencia, momento a momento (Kabat-Zinn).
- Saber lo que estás experimentando, mientras lo experimentas (Armstrong).
- Conciencia momento a momento (Germer).
- Conciencia de la experiencia presente con aceptación (Germer).
- Es el mantenimiento de una consciencia viva a la realidad del momento presente (Hanh).
- Es la observación no condenatoria del fluir de toda la estimulación externa e interna tal como ella aparece (Baer).
- Es la clara y simple consciencia mental de lo que nos está ocurriendo a nosotros y en nosotros en los sucesivos momentos de la percepción (Nianaponika Thera).
De forma más general, mindfulness ha sido descrito como una clase de conciencia centrada en el presente, no elaborativa ni condenatoria, en la cual cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal y como es (Shapiro y Schwartz, 2000; Segal, Williams y Teasdale, 2002).
Consiste en el proceso de observar expresamente cuerpo y mente, de permitir que nuestras experiencias se vayan desplegando momento a momento y de aceptarlas como son. No implica rechazar las ideas ni intentar fijarlas ni suprimirlas ni controlar nada en absoluto que no sea el enfoque y la dirección de la atención. [...] La atención plena no implica intentar ir a ningún sitio ni sentir algo especial, sino que entraña el que nos permitamos a nosotros mismos estar donde ya estamos familiarizados más con nuestras propias experiencias presentes un momento tras otro (Kabat-Zinn).
COMPONENTES, ACTITUDES BÁSICAS Y ELEMENTOS CLAVES DEL MINDFULNESS
Son tres los elementos claves del mindfulness propuestos por Germer (2005): consciencia, momento presente, y aceptación. Estos tres elementos son interdependientes. A su vez, el primero de ellos, la consciencia, se divide en tres componentes diferentes: parar, observar y volver.
Desde la perspectiva del mindfulness, aceptación se refiere a ver las cosas tal cual ellas son en el momento que nosotros llegamos a conocerlas, aceptando las experiencias placenteras y dolorosas tal cual aparecen (Germer).
Con el objetivo de realizar una definición operativa del mindfulness, Bishop et al. (2004) diferencian dos tipos de componentes implicados. El primer componente es el de la autorregulación de la atención. El objetivo principal de este componente es el mantenimiento y la re-dirección de la atención, implicando además la conducta de selección de estímulos concretos. De este modo, se incrementa el reconocimiento de los eventos mentales en el momento presente. Los procesos que incluye son: atención sostenida, conmutación de la atención, e inhibición de la elaboración de pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones. El segundo componente propuesto por estos autores es la orientación hacia la experiencia. Este componente implica adoptar un tipo de relación particular hacia las propias experiencias en el momento presente. Este tipo de relación se caracteriza por una actitud de curiosidad, apertura y aceptación. De este modo, se aprende a no reaccionar automáticamente a la estimulación que se esté percibiendo.
Los elementos esenciales del mindfulness indicados por Vallejo (2006) son:
- centrarse en el momento presente
- apertura a la experiencia y a los hechos
- aceptación radical
- elección de las experiencias
- renunciar al control de los pensamientos, emociones, etc.
Germer (2005) distingue diferentes cualidades para lo que denomina “momentos mindfulness”:
- No-conceptual. Mindfulness es consciencia sin quedar absortos en nuestros propios procesos de pensamiento.
- Centrado en el presente. Es decir, centrado en el aquí y ahora”, no divagando en cuestiones relacionadas con el pasado o el futuro.
- No condenatorio. Esto es, experimentar algo radical y enteramente sin elaborar juicios de crítica y valoraciones como bueno o malo, positivo o negativo, correcto o incorrecto, etc.
- Intencional. Mindfulness siempre incluye la intención de dirigir la atención hacia algo, y de redirigirla hacia ese algo cuando la atención se haya dispersado hacia otro lugar.
- Observación participante. Mindfulness no es desarrollar un testigo imparcial, sino que se trata de experimentar la mente y el cuerpo de un modo muy íntimo.
- No-verbal. La experiencia mindfulness no puede ser capturada en palabras porque la consciencia ocurre antes de que las palabras aparezcan en la mente.
- Exploratorio. La consciencia mindfulness esta siempre investigando de forma muy sutil los diferentes niveles de percepción;
- Liberador. Cada momento de consciencia Mindfulness produce un estado de liberación del sufrimiento condicionado.
Por su parte, Kabat-Zinn (2003) señala los siguientes elementos capitales relacionados con la actitud hacia la práctica de la atención plena:
- no juzgar
- paciencia
- mente de principiante
- confianza
- no esforzarse
- aceptación
- ceder.
Por otro lado, también hace explícito la relevancia del compromiso, la autodisciplina y la intencionalidad durante la práctica